Esta mañana comenzamos con una pequeña campaña de recaudación de fondos. Dos mujeres le preguntaron a Uwe qué tipo de organización somos. Cuando él les explicó, donaron 5 euros cada una. Toda cantidad cuenta.

El resto del viaje nos llevó a nuestro primer destino: habíamos quedado con Sybille Schannak en Zingst. Ella y su esposo alquilaron un encantador apartamento de vacaciones a Linda y Philipp el año pasado. Hablamos mucho sobre nuestro proyecto e incluso recibimos una donación. ¡Muchas gracias! Fue una reunión encantadora, y ya estamos deseando que llegue la próxima.
¡Gracias Sybille por el segundo desayuno y las bebidas calientes!

Hoy las temperaturas eran mucho más bajas que antes y, tras una rápida reflexión, decidimos acortar el viaje a Barth tomando el ferry para disfrutar de otro momento destacado del recorrido y ahorrar energía. Esto nos vino de maravilla, ya que al llegar a Barth había un fuerte viento de cola, así que pudimos pedalear con fuerza y circular a una velocidad media de 23 km/h. El paisaje era de cuento de hadas y enseguida estábamos a solo 5 kilómetros de Stralsund y teníamos vistas al famoso puente de Rügen. Tras registrarnos en Stralsund, nos dimos el capricho de un delicioso sándwich de pescado. Más tarde, Philipp tenía otro momento destacado para él, y probablemente ya adivinen de qué se trataba: un órgano nuevo. Con muy poca antelación, le permitieron tocar el órgano en la iglesia de San Nicolás de Stralsund. La iglesia tiene una acústica impresionante.

El alojamiento de hoy está patrocinado por el Hotel Hiddenseer y la comida por el restaurante Doldenmädel. Muchas gracias por este maravilloso apoyo.

Mañana es nuestra etapa más corta, pero desgraciadamente también última.
Incluso los mejores momentos se acaban. Nos vemos mañana, nos leemos pronto.