Después de desayunar en el hotel, nos subimos a nuestras bicicletas y nos dirigimos hacia Halle. Seguimos el carril bici del Saale, que está muy bien señalizado y en buen estado. La etapa de hoy fue un poco más exigente que las demás, ya que tuvimos que afrontar un desnivel de 390 metros. Puede que no parezca mucho, pero después de más de 60 kilómetros, sin duda se nota en las piernas.

El carril bici solía discurrir directamente junto al río Saale, lo que nos permitía disfrutar de hermosas vistas del agua a medida que recorríamos los kilómetros. En ocasiones, el sendero nos llevaba a través de bosques umbríos. Dadas las temperaturas, esto era muy agradable. Sin embargo, también tenía la desventaja de que los baches en el camino causados por las raíces de los árboles eran difíciles de ver. Esto provocó que Linda se tambaleara en su bicicleta y se cayera. Uwe le vendó el pie y luego continuamos con valentía, ya que aún nos quedaban 40 kilómetros. Algunos raspones y un pie dolorido quedan como recuerdo por ahora.

La ruta nos llevó a través de Wettin, pasando por el Monasterio de Wettin, y unos kilómetros más adelante, llegamos al ferry de Brachwitz, donde recorrimos más de la mitad de la ruta de hoy. Al llegar a Halle, nos refrescamos con una bebida refrescante, y Philipp aprovechó para refrescarse en el río Saale. Linda dibujó nuestro tradicional dibujo del Herzenstour en la arena. Después, fuimos a la plaza del mercado para recompensarnos por la etapa de hoy con un delicioso helado sundae. Ahora estamos terminando la tarde y preparándonos mental y moralmente para nuestra última etapa del Herzenstour, que es mañana. ¡No podemos creer que la semana haya pasado tan rápido otra vez!

Nuestro más sincero agradecimiento hoy al Hotel Ibis Styles Halle, que nos proporcionó alojamiento gratuito, y al restaurante Hans im Glück, que nos apoyó con la comida.